sábado, 25 de marzo de 2023

JOSÉ RAMÓN ALONSO PEÑA: NEURORREPARACIÓN

 


El profesor Alonso es conocido por el gran público por su importante labor divulgativa en el ámbito de la Neurociencia. Es algo que, por ejemplo, puede apreciarse en su muy reciente libro de divulgación, “Historia del cerebro” (http://grupoalmuzara.com/a/fichalibro.php?libro=3692&edi=5). Esta muy valiosa labor no debe hacernos olvidar su relevante contribución, junto a otros investigadores punteros del INCyL de la Universidad de Salamanca y del IBSAL (Institute of Biomedical Research of Salamanca), a la Neurorreparación-aquella parte de la Neurología que busca paliar los procesos neurodegenerativos-.


Catedrático de Biología Celular y Director del Laboratorio de Plasticidad neuronal y Neurorreparación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCyL), ha sido investigador posdoctoral y profesor visitante en la Universidad de Frankfurt (Alemania), la Universidad de Kiel (Alemania), la Universidad de California-Davis (USA) y el Salk Institute for Biological Studies (San Diego, USA).

 

Le agradezco mucho el que, gentilmente, haya decidido conceder  esta entrevista, aún a pesar de sus múltiples ocupaciones.

 

PREGUNTAS


-P. Estimado profesor: en esta entrevista apenas vamos a insistir en su labor divulgadora y sí nos vamos a centrar en el campo de la Neurorreparación, en el que también es un gran experto. En Baltanás, Valero, Alonso, Berciano y Lafarga (2015) se introducen técnicas que pueden servir para la detección temprana de signos de alteración del núcleo de células cerebrales como preámbulo para diagnosticar desórdenes neurodegenerativos. Sorprende que estos cambios pre-degenerativos aparezcan en neuronas con una citología bien preservada (art. cit., p. 44). ¿Cómo es esto posible? ¿Querría indicarnos algo al respecto y en qué tipos de patologías podrían aparecer estos signos?  

 

-R. Las enfermedades neurodegenerativas son uno de los problemas de salud más acuciantes en los países desarrollados con un dramático coste personal, familiar y social. Con el envejecimiento previsto de la población la situación va a empeorar por lo que es imprescindible que reforcemos nuestra investigación en estas patologías que tienen en común la pérdida de neuronas. El problema es que cuando aparecen síntomas muchas de las neuronas han muerto o están gravemente afectadas por lo que era fundamental poderlas identificar antes, cuando quizá estemos a tiempo de protegerlas o al menos ralentizar el proceso de neurodegeneración. Hemos aprovechado una estirpe de ratón, los PCD, que tienen una muerte específica de poblaciones neuronales definidas. Así hemos podido caracterizar los cambios nucleares y citoplasmáticos que terminan conduciendo a la muerte de esas células. Es un proceso impresionante en el que las neuronas van tomando decisiones para intentar protegerse, una batalla que terminan perdiendo. La buena noticia es que tenemos una plataforma biológica muy bien caracterizada donde podemos probar cualquier fármaco o estrategia neuroprotectora o, también, y es en lo que estamos trabajando ahora, intentar sustituir a las neuronas perdidas en un proceso de neurorreparación.

 

-P. Precisamente, en Muñoz-Castañeda et al. (2018), se hace referencia a que la estabilidad del citoesqueleto es básica para la integridad del cerebelo y su conducta motora y afectiva en ratones mutados. En concreto, la ausencia de la enzima CCP1 afectaría a la dinámica microtubular y a la alteración morfológica de las células de Purkinje, llevando a la degeneración progresiva del cerebelo. Esta degeneración no solo afectaría al comportamiento motor sino que también acarrearía problemas cognitivo-afectivos. ¿Qué tipo de problemas?

 

-R.  Durante mucho tiempo hemos considerado al cerebelo como un componente motor pero también interviene en procesos cognitivos y emocionales. Nos interesa porque el dato de anatomía patológica más común en las personas con autismo es precisamente la pérdida de neuronas de Purkinje. Es posible, por tanto, que algunos de los déficits sociales y emocionales que presentan las personas afectas de este trastorno puedan deberse a esa muerte selectiva de células de Purkinje, por lo que es clave entender qué hace que estas grandes neuronas sean selectivamente vulnerables en este trastorno.

 

-P.  No deja de ser interesante que el trasplante de médula ósea no solo se use para remediar patologías que afecten a los sistemas hematopoyético e inmune sino que también pueda ser utilizado para el tratamiento de trastornos del sistema nervioso (Díaz, Muñoz-Castañeda, Alonso y Weruaga, 2014). De las múltiples terapias que reseñan, ¿cuál le parece, a día de hoy, más promisoria a medio plazo para ser aplicada a seres humanos?

 

-R. Hemos probado distintas vías. El cerebro adulto de roedores tiene células madre y produce una neurogénesis. Sin embargo hemos comprobado que estas nuevas neuronas no se dirigen a las zonas perdidas por lo que no solucionan el problema de ese animal. También hemos probado en animales el trasplante de células fetales. Hemos comprobado que las células trasplantadas se diferencian, sobreviven y forman conexiones, pero lo hacen entre sí y no con el tejido hospedador donde querríamos reconstruir los circuitos. La tercera opción, y es en la que seguimos, ha sido utilizar células madres exógenas. Estas neuronas, procedentes de médula ósea, se diferencian a distintos tipos celulares incluidos neuronas y glía y sorprendentemente generan una mejora funcional en los animales afectados. Sin embargo, el número de células que localizamos en el cerebro es muy bajo y necesitamos incrementar el número de células que consiguen atravesar la barrera hematoencefálica. Es una vía prometedora pero con mucha tarea por delante.

 

 -P. Para finalizar, es inevitable aludir a su gran tarea divulgativa. Son ya muchos sus libros sobre Neurociencia que han abierto el conocimiento de esta rama científica a muchas personas de habla hispana. En mi opinión, “Historia del cerebro” pone un magnífico colofón a este esfuerzo, pero me gustaría que se refiriera a su colaboración con el profesor Juan Andrés De Carlos, jefe del Departamento de Neurobiología Molecular, Celular y del Desarrollo en el Instituto Cajal del CSIC, y  presidente del Cajal  Legacy  Group. Juntos acaban de publicar “Cajal. Un grito por la ciencia” (http://www.nextdoorpublishers.com/libros/cajal/). Realmente, a estas alturas, ¿cuánto queda por desvelar del patrimonio cajaliano y para cuándo el Museo Cajal en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid o en otro lugar?

 

-R. Cajal es un hombre único, uno de los grandes científicos de la historia, considerado el padre de la neurociencia moderna. Por otro lado tiene muchas otras facetas: divulgador, profesor, padre de familia numerosa, militar, escéptico, anatomopatólogo, inventor, político, fotógrafo, artista y muchas otras más. En muchas de estas facetas es un personaje relevante pero sigue siendo un desconocido en muchos aspectos para buena parte de población. Por poner un ejemplo, un artículo en el New York Times le consideraba un dibujante a la altura de Leonardo y Miguel Ángel y conservamos  esa obra excepcional, sus ilustraciones científicas, pero está guardada y nadie la puede ver. Cajal decía que al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia y ese Museo Cajal sería un fuente de vocaciones, un espacio educativo, un homenaje al mejor científico de habla hispana de la historia.

 

Le agradezco mucho la concesión de esta breve entrevista y le deseo lo mejor para su carrera científica en el futuro.


(Esta entrevista fue publicada en SCILOGS de Investigación y Ciencia en febrero de 2019).


Referencias

 

Alonso, J.R. (2018). “Historia del cerebro”. Guadalmazán: Córdoba.

 

Alonso, J.R. y De Carlos, J.A. (2018). “Cajal. Un grito por la ciencia”. Next Door Publishers: Pamplona.

 

Baltanás, F.C., Valero, J., Alonso, J.R., Berciano, M.T. y M. Lafarga (2015). Nuclear signs of pre-neurodegeneration. En L. Lossi y A. Merighi (Eds.), Neuronal Cell Death: Methods and Protocols, Methods in Molecular Biology, vol. 1254, Springer Science: N. York. Recuperado de file:///C:/Users/Propietario/Downloads/NuclearSignsofPre-neurodegeneration-2%20(1).pdf .

 

Díaz, D., Muñoz-Castañeda, R., Alonso, J.R., y E. Weruaga (2014). Bone marrow-derived stem cells and strategies for treatment of nervous system disorders: many protocols, and many results. The Neuroscientist, August (2014), 1-16. Recuperado de file:///C:/Users/Propietario/Downloads/Daz2014TheNeuroscientist%20(1).pdf 

 

Muñoz-Castañeda, R., Díaz, D., Peris, L., Andrieux, A., Bosc, C., Muñoz-Castañeda, J.M., Janke, C., Alonso, J.R., Moutin, M.-Jo y E. Weruaga (2018). Cytoskeleton stability is essential for the integrity of the cerebellum and its motor-and affective-related behaviors. Nature Scientific Reports, 8:3072, 1-14. Recuperado de file:///C:/Users/Propietario/Downloads/Cytoskeleton_stability_is_essential_for_the_integr.pdf .


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