sábado, 22 de junio de 2013

La teoría del etiquetado falso y el córtex prefrontal


En este artículo exponemos el nuevo modelo conocido como la teoría del etiquetado falso para el análisis de la función ejecutiva del córtex prefrontal. Este modelo ha sido desarrollado por los profesores Asp, Manzel, Koestner, Denburg y Tranel (véase, por ejemplo, su artículo publicado en "FiN", http://www.frontiersin.org/Neuroscience/10.3389/fnins.2013.00086/abstract).
La teoría del falso etiquetado (en inglés, False Tagging Theory o FTT) es un nuevo modelo de la creencia y del proceso de duda que postula una única función para el córtex prefrontal. Partiendo de que para entender algo hay que creerlo y, siguiendo a Damasio, la FFT afirma que la duda es un proceso que gobierna el córtex prefrontal a través de "falsas etiquetas" afectivas que se adjuntan a las representaciones perceptivas que acaecen en el lóbulo parietal y en el temporal. Cuando el contexto interfiere en la toma de decisiones o surgen numerosos distractores perceptivos, más falso etiquetado es requerido y se reduce la eficacia de los procesos de toma de decisiones. El cerebro está constantemente activando y asociando representaciones perceptuales, pero estas activaciones asociativas son creídas, en el sentido de que generan cogniciones, emociones y conductas consistentes con la activación. A su vez, estas activaciones son almacenadas en el córtex y, en connivencia con el lóbulo temporal y el parietal, van etiquetando "falsamente" diversas funciones psicológicas. Y así, las activaciones prepotentes en exceso, son etiquetadas, a resultas de lo cual, resultan inhibidas. El daño en el córtex prefrontal generará una disminución de las dudas y una mayor aceptación de la nueva información a la que acceda el sujeto. Parece evidente que una actitud escéptica ante el entorno, es mucho más adaptativa para el individuo. Los niños son crédulos y conforme madura su córtex prefrontal van convirtiéndose en escépticos. La teoría FTT se basa en el principio de coherencia, el cual establece que la carencia de cogniciones incompatibles en los niños conduce a la creencia a pies juntillas de las cogniciones, despojadas de cualquier tipo de duda.
Los estudios de neuroimagen parecen confirmar que el córtex prefrontal se activa cuando aparece la duda dando veracidad a esta teoría.