Dedicamos el artículo del mes a analizar la contribución de Raúl Arrabales, profesor asociado del Departamento de Informática de la Universidad Carlos III de Madrid. El profesor Arrabales se ha doctorado con una Tesis titulada "Evaluación y desarrollo de la conciencia en sistemas cognitivos artificiales" (2011), un trabajo muy interesante en el que dilucida el desarrollo y medida de la conciencia en mecanismos de Inteligencia Artificial. Por supuesto, se puede hablar de muchos tipos de conciencia, desde la conciencia fenomenológica a la conciencia de monitorización, por ejemplo. La dimensión fenomenológica de la conciencia es la más incierta y la más difícil de afrontar desde el punto de vista de la "implementación" computacional. Más viable es, como menciona el profesor Arrabales en la página 37 de su trabajo doctoral, la aplicación de modelos funcionales de la conciencia, fundamentados en la modelización de las propiedades cognitivas de la misma. Aunque, fundamentalmente, Aleksander (2007) ya ha abordado la cuestión definicional de la conciencia y el tema de su medida, la originalidad y valía del trabajo de Arrabales radica en adentrarse en esta cuestión, tan decisiva, pero tan poco tratada, por la Neurociencia Cognitiva y Computacional.
La conciencia es un fenómeno privado que se da en primera persona y los métodos actuales usados con humanos para determinar la presencia de la misma (EEG, informes verbales, separación entre vigilia y sueño...), no son aplicables todavía a máquinas. Aleksander (2003) propone como axiomas básicos para establecer que un agente es consciente que tenga sensación de lugar, imaginación, atención, planficación y emociones. Takeno et al., 2005, han llegado a diseñar un robot de estilo Khepera, capaz de reconocer su propia imagen en un espejo y de no confundirla con las imágenes reflejadas de otros robots. Arrabales introduce un marco de evaluación, llamado ConsScale, que define una jerarquía de niveles de conciencia funcional para evaluar cualquier arquitectura cognitiva artificial. Para ello, presenta la plataforma de experimentación CERA-CRANIUM. CERA es una arquitectura cognitiva que se compone de cuatro capas: una capa de servicios sensoriomotores, una capa física, una capa de misión y una capa núcleo. La primera permite el acceso a los datos de los sensores y el envío de comandos a los actuadores. La segunda contiene las representaciones de bajo nivel correspondientes a los sensores y actuadores. La capa de misión gestiona contenido sensoriomotor más elaborado mientras que la capa núcleo es el nivel más alto de control en la arquitectura. CRANIUM proporciona un mecanismo que permite combinar funciones especializadas y así generar representaciones con significado. El modelo de Conciencia Artificial propuesto por Arrabales (2011, p. 98 y ss.) encaja una serie de mecanismos funcionales, como son el de atención, valoración del propio estado, búsqueda global, gestión preconsciente, contextualización, predicción sensoriomotora, memoria, aprendizaje, autocoordinación y comunicación de estados mentales. La sinergia que emerge de la composición de funciones cognitivas es medida a través de la escala ConsScale, escala que introduce Arrabales y que define los siguientes niveles de conciencia: (1) sin cuerpo definido; (2) aislado, (3) prefuncional, (4) reactivo; (5) adaptativo; (6) atencional; (7) ejecutivo; (8) emocional; (9) autoconsciente; (10) empático; (11) social; (12) androide y (13) superconsciente. No todas las funciones cognitivas son comparables pero se puede realizar un cálculo automático CQS, que abarca un rango contnuo de valores desde 0 hasta 1000 de forma exponencial, representando la sinerga acumulada a través de la integración de capacidades cogntivas a lo largo de los diferentes niveles de la escala. El propio Arrabales experimenta con la escala en videojuegos de tipo FPS, cuyos personajes son "bots" móviles que entran en conflicto entre sí y que sufren desperfectos y problemas en sus niveles de energía. Las funciones cognitivas específicas de los "bots" irían desde la realización de meros actos reflejos hasta la habilidad máxima consistente en gestionar varios flujos de conciencia concurrentes. Más allá de las limitaciones de este tipo de experimentos (por ejemplo, se necesitaría diseñar entornos muy complejos para dar cuenta del cumplimiento de las hablidades cognitivas más avanzadas), un informe en tercera persona puede permitirnos reconocer diversos grados de conciencia en estos "bots".
Creemos que la aportación de Arrabales es muy meritoria porque es el primer trabajo hasta donde tiene conocimiento el autor de este blog, que se plantea de una manera rigurosa y metódica el análisis y medida de la conciencia en agentes artifciales, yendo mucho más allá de las típicas consideraciones, más o menos vagas al respecto y no verificables. Por todo ello, no podemos más que felicitar a su autor.
9 comentarios:
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They are great for those students who, like me, are just starting out in the world of computational neuroscience! Congratulations for your work!
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Buenas noches. Hace unos meses en el programa de divulgación científica tres14 en TVE, entrevistaron al mismo Raúl Arrabales también sobre el tema de la conciencia desde el punto de vista de un ingeniero informático.
Aquí el programa: http://www.rtve.es/television/20110329/conciencia/420546.shtml
Sobre el tema que nos importa, le preguntaron a Raúl si la conciencia puede sobrevivir a la muerte del cuerpo y el respondió "creo que si", mientras los demás científicos (un neurobiólogo, una filosofa y una neurocientífica dijeron que no.
Personalmente, yo creo que lo que genera nuestra consciencia, sentimientos, emociones, personalidad, memorias, identidad, no es más que el producto de miles de millones de neuronas y sinapsis interactuando unas con otras, siguiendo las exacta mismas leyes físicas. O sea, nosotros somos información. Tal vez, almacenando la información descrita en patrones de moléculas y átomos, y poder recrear esos patrones en un nuevo ambiente podríamos conseguir la copia de nosotros mismos.
Aún no existe el hardware necesario para poder hacerlo, pero confiando en el crecimiento de la tecnología (que es exponencial), algún día estará disponible. Es solo cuestión de tiempo.
Profesor, que opina usted de las teorías y predicciones de Ray Kurzweill, la inteligencia artificial fuerte, la ingeniería inversa del cerebro y la posibilidad de "traspasar la mente" a un ambiente sintético??
Buenas noches.
Muchas gracias por su muy interesante aportación. Le invito a que, aportando su nombre y perfil, colabore libremente en este blog con alguna contribución propia.
Comparto plenamente su visión monista materialista de la mente y, prescindiendo de consideraciones de calado más filosófico, como el transhumanismo de Kurzweil, defiendo el paradigma fuerte de la IA y los proyectos sobre ingeniería inversa del cerebro (como "Blue Brain", por ejemplo). Si se da cuenta, de las personas entrevistadas en TVE, solo el ingeniero informático se mostró manifiestamente a favor de la posibilidad de la recreación de conciencia más allá del hardware humano. Esto pone de manifiesto no solo el avance exponencial de la tecnología, sino una deriva, cada vez mayor, del bastión antropologista de la conciencia humana, quizá el último bastión. Estoy seguro que usted ha leído a Aleksander o a Samsonovich y se habrá apercibido de que la cuestión es cada vez más claramente definicional. ¿Qué es conciencia? ¿Algo solamente "embodied" en un cuerpo evolutivamente humano? (Penrose). ¿Por qué? Coincido con Ud. en que es básicamente información estructurada y que el "hardware", aunque imprescindible, no es lo esencial.
En lo que que sí soy más escéptico es en las predicciones tecnológicas al respecto. Ya que Ud. ha mencionado el proyecto de ingeniería inversa cerebral, Javier DeFelipe, en una reunión sobre el proyecto "Cajal Blue Brain" que tuvo lugar en noviembre de 2010, reclamaba el "derecho" y la necesidad de indagar en la morfología de las espinas dendríticas y de las columnas corticales para ir mejorando nuestro conocimiento morfológico y topográfico del cerebro. Y aún dándole mucha razón (al fin y al cabo Cajal es lo que hizo al detenerse en la descripción estructural y funcional de la neurona, en este tipo de enfoques se pierde de vista la enorme diversidad de la estructura material. Me explico: yo puedo hacer un mapa estadístico magnífico de la conectividad cerebral humana o concluir que, de promedio, los cerebros de las personas con retraso mental, presentan menos espinas dendríticas y de diferente configuración pero, quizá desgraciadamente, esto no es suficiente. No es como la estructura y el funcionamiento de un riñón, por ejemplo. Las regularidades percibidas al más bajo nivel, muchas veces son más supuestas o añadidas que otra cosa, porque la diversidad existente entre cerebros es simplemente 100 de 100 y no 90 de 100, por ejemplo. Por eso, aún reconociendo las muy valiosas predicciones de un Kurzweil, creo que las extrapolaciones tecnológicas exageradas están fuera de lugar. Poco a poco se irá viendo pero la cuestión no es tan simple como para reducirse a si dentro de 40 años dispondremos de memorias computacionales arquitectónicamente muy diferentes a las actuales o no (véase el proyecto de un Jeff Hawkins en "On Intelligence") sino que también es un problema descriptivo que exige su afrontamiento con técnicas formales más complejas que las actuales (una Dinámica no lineal no reducida a linealidad como, en el fondo, es la actual o algo distinto a los métodos de aproximación de las ecuaciones diferenciales).
En definitiva, que la cuestión no es solo de desarrollo tecnológico o anatomofisiológico sino de la aparición de un nuevo Newton que desenvuelva herramientas formales descriptivas distintas a lo que ahora tenemos (esto ya es algo en lo que insistía, por ejemplo, un José Mira poco antes de morir).
En cualquier caso, lo que sí parece indudable, como Ud. reafirma en su comentario, es que el estudio de la conciencia ya ha perdido totalmente su aura humana espiritual y que se enfoca como una tarea puramente materialista en la línea del monismo de un Crick, por ejemplo. Cosa que no es poco avance teniendo en cuenta las polémicas entre dualismo, monismo y emergentismo de hace medio siglo.
Profesor, se que no le gustan las definiciones vagas o simples, sin ningun fundamento, pero usted se imagina si la conciencia, toda nuestra informacion, estuviese "extrapolada" en otros niveles o universos paralelos, de existir estos? ¿Que le parece a Ud. ?
Si pensamos en la propiedad de entrelazamiento, típica en computación cuántica (acúdase, por ejemplo, a cualquier artículo de Juan ignacio Cirac), es algo posible. En el entrelazamiento, dos objetos se hallan en un estado cuántico. Dado un haz de láser del que salen fotones entrelazados y de dos en dos, cuando los dos fotones lleguen a sus destinos, si yo realizo algo sobre mi fotón, el otro se enterará, aunque entre ellos no haya un vínculo que conozcamos. Si hablamos de qubits como unidades cuánticas de información podemos extrapolar su idea de "conciencias" paralelas como información almacenada entrelazada en lugares "separados".
Muchas gracias profesor, me alegra saberlo.
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