Terrence Sejnowski acaba de recibir el premio Swartz por sus destacadas aportaciones a la Neurociencia Computacional (https://www.sfn.org/). Como homenaje, analizamos cómo, junto a su equipo de investigación, está contribuyendo de manera decisiva a la apertura de nuevos campos de investigación como el de la nanoconectómica o estudio de la variabilidad de las conexiones sinápticas a través del análisis de su microestructura. Véase al respecto,
(http://elifesciences.org/content/elife/early/2015/11/30/eLife.10778.full.pdf).
Partiendo de la idea comúnmente aceptada de que la experiencia regula la fuerza sináptica, entonces sería esperable que haya un cierto ajuste morfológico y de tamaño entre sinapsis que compartan una misma historia presináptica y postsináptica. Es verdad que existe una alta variabilidad estocástica en las sinapsis pero sería interesante analizar los límites correlacionales entre sinapsis estimuladas "in vivo" de manera idéntica a través de las entradas axonales. Ya hay estudios que demuestran la alta correlación del tamaño de la cabeza de la espina con el número de vesículas en el área de la densidad postsináptica. La novedad de la aportación de Sejnowski y colaboradores es que los diámetros de cuello también se correlacionaron de una manera elevada entre pares de espinas con una misma historia de activación. El diámetro del cuello parece depender de la potenciación y depresión sináptica a largo plazo. Las vías bioquímicas postsinápticas parecen seguir escalas de tiempo lo suficientemente largas como para registrar y mantener la historia de los patrones de actividad conducentes a cambios estructurales en el tamaño de las cabezas sinápticas. Apenas se está empezando a apreciar el grado de precisión con la que se regulan las sinapsis y la amplia gama de escalas temporales que rigen su organización estructural, pero se puede aprender mucho estudiando la correlación de sus rasgos físicos si se tiene en cuenta que cierta estabilidad han de tener como elementos básicos para desempeñar funciones como la retención de la memoria a largo plazo o el mantenimiento de la eficiencia energética cerebral.
(http://elifesciences.org/content/elife/early/2015/11/30/eLife.10778.full.pdf).
Partiendo de la idea comúnmente aceptada de que la experiencia regula la fuerza sináptica, entonces sería esperable que haya un cierto ajuste morfológico y de tamaño entre sinapsis que compartan una misma historia presináptica y postsináptica. Es verdad que existe una alta variabilidad estocástica en las sinapsis pero sería interesante analizar los límites correlacionales entre sinapsis estimuladas "in vivo" de manera idéntica a través de las entradas axonales. Ya hay estudios que demuestran la alta correlación del tamaño de la cabeza de la espina con el número de vesículas en el área de la densidad postsináptica. La novedad de la aportación de Sejnowski y colaboradores es que los diámetros de cuello también se correlacionaron de una manera elevada entre pares de espinas con una misma historia de activación. El diámetro del cuello parece depender de la potenciación y depresión sináptica a largo plazo. Las vías bioquímicas postsinápticas parecen seguir escalas de tiempo lo suficientemente largas como para registrar y mantener la historia de los patrones de actividad conducentes a cambios estructurales en el tamaño de las cabezas sinápticas. Apenas se está empezando a apreciar el grado de precisión con la que se regulan las sinapsis y la amplia gama de escalas temporales que rigen su organización estructural, pero se puede aprender mucho estudiando la correlación de sus rasgos físicos si se tiene en cuenta que cierta estabilidad han de tener como elementos básicos para desempeñar funciones como la retención de la memoria a largo plazo o el mantenimiento de la eficiencia energética cerebral.
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