Me complace mucho poder incluir en esta
entrada del blog una entrevista con la profesora Agnès Gruart.
Catedrática de Fisiología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, ocupa
un lugar de privilegio en la Neurociencia internacional, cimentado en una carrera
que dura ya tres décadas. Formada en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona, completó su formación en el University College de Londres y en los Institutos
Nacionales de la Salud en Bethesda, Maryland, Estados
Unidos. Sus aportaciones, en colaboración con el prestigioso
neurocientífico José María Delgado-García
y con otr@s investigadores/as, son un paradigma de solidez metodológica en
el ámbito de la adquisición de nuevas respuestas motoras y cognitivas a través
del condicionamiento clásico e instrumental. Presidenta actual de la Sociedad Española de Neurociencia (SENC), está impulsando mucho las actividades de la
Sociedad así como el necesario proceso de visibilización de la mujer en la Ciencia.
PREGUNTAS
-P. Estimada profesora
Gruart: el título de la entrada de
este blog alude a un muy reciente artículo suyo, publicado conjuntamente con Iván Fernández-Lamo y José María Delgado-García, en el que la
fuerza sináptica del circuito hipocampal y de la corteza prefrontal medial va siendo
ligeramente modificada en tareas de condicionamiento
instrumental realizadas por ratas.
¿Podría indicarnos cómo interpretan el
hecho de que conductas que no estaban relacionadas directamente con el proceso
de adquisición del aprendizaje (como, por ejemplo, la conducta exploratoria) evocaron cambios en su fuerza sináptica a lo largo del entrenamiento?
-R. Este es
un resultado muy interesante porque sugiere que el momento de lo que conocemos
por aprender, en este caso, cuando se establece la relación entre los
estímulos, no tiene porque ser el instante en el que estos se presentan. Así
pues, la hipótesis es que el aprendizaje puede formarse y consolidarse en
diferentes ventanas temporales, incluyendo periodos de descanso, de poca
actividad motora o realizando otras tareas que, aparentemente, no tienen que
ver con la tarea que se está aprendiendo.
-P. En la pregunta
anterior hemos aludido a la conducta observatoria en ratas y ahora vamos a
referirnos a otro trabajo reciente en el que, junto a María Teresa Jurado-Parras y a José
María Delgado-García, demuestra que el aprendizaje
observacional en ratones puede ser alterado por estimulación eléctrica. Y así, la estimulación de la corteza prefrontal medial elimina los
beneficios de la observación mientras que la estimulación del núcleo accumbens mejora el aprendizaje
observacional. A su vez, un trabajo de 2016, publicado con Javier Márquez-Ruiz, Claudia
Ammann, Rocío Leal-Campanario, Giulio Ruffini y José María Delgado-García, prueba que la estimulación transcraneal basada en corriente alterna (tACS),
aplicada a conejos, les induce percepción táctil. ¿Qué podemos esperar de la
experimentación animal para la aplicación de técnicas no invasivas de
estimulación cerebral en humanos?
-R. Por una
parte, numerosos trabajos realizados en pacientes han mostrado la efectividad
de estimular áreas concretas del cerebro utilizando estimulación transcraneal
con corriente continua. La experimentación animal, como modelo de la
metodología utilizada en personas, está permitiendo conocer los mecanismos por
los que la técnica es efectiva. La ventaja de conocer los procesos fisiológicos
de la estimulación transcraneal es que se podrán mejorar las terapias
utilizadas en la práctica clínica, en términos de duración y procedimiento de
aplicación de los estímulos. Los experimentos realizados en animales de
laboratorio, utilizando tanto con corriente catódica como anódica, han
permitido, además, demostrar que el daño tisular producido por esta técnica es
muy leve. Por otra parte, la experimentación animal ha conseguido probar el
papel específico de algunas estructuras cerebrales, como en los ejemplos ya comentados.
Al estimular una determinada área de la corteza prefrontal, las ratas y los
ratones pierden la secuencia de movimientos y vuelven a empezar la misma. Por
ejemplo, pueden apretar la palanca pero no van a recoger la comida que reciben
por refuerzo por hacer la tarea correctamente. El núcleo accumbens informa al
cerebro que se ha recibido un refuerzo, por lo que al estimularlo, el animal se
comporta como si ya hubiera recibido la comida, esto es, el incentivo. También,
es muy interesante el estudio en conejos en los que, solo con estimular la zona
de las vibrisas (bigotes) en la corteza cerebral, el conejo se comporta como si
se le hubiera estimulado la propia vibrisa. Todos estos resultados son
relevantes para el estudio de las funciones del cerebro.
-P. Y continuando con
el estudio de conductas relacionadas con la memoria en ratones, su laboratorio
ha demostrado cómo se generan modificaciones en la plasticidad sináptica en tareas de reconocimiento de objetos. En concreto, en las áreas CA3 y CA1 del hipocampo (Clarke,
Cammarota, Gruart, Izquierdo y Delgado-García,
2010). Sin embargo, el hipocampo no parece implicado en todo el proceso de
adquisición de tareas propias del aprendizaje
instrumental. ¿Querría especificar, por favor, alguna de estas tareas y
algunos estudios al respecto?
-R. En
estudios pioneros, encontramos que durante la realización de ciertas tareas,
como la adquisición del condicionamiento clásico del reflejo corneal o el
reconocimiento de objetos, había un incremento en la eficacia de determinadas
sinapsis cerebrales. En concreto, se registró una clara facilitación en las
sinapsis entre las colaterales de las neuronas piramidales del área CA3 y las
dendritas de las neuronas piramidales del área CA1, ambas en el hipocampo. Como
la formación hipocampal se ha relacionado ampliamente con procesos de memoria,
pensamos que podríamos generalizar esta facilitación sináptica a otros tipos de
aprendizaje, como, por ejemplo, el condicionamiento instrumental. En este caso,
el animal tenía que apretar una palanca para conseguir comida. Al contrario de
lo esperado, no encontramos el mismo nivel de aumento en la eficacia sináptica
en estas sinapsis en el hipocampo y, además, la oclusión de estas sinapsis en
ambos hipocampos no modificó el nivel de aprendizaje. La explicación más
plausible a estos resultados es que este tipo de aprendizaje con refuerzo
positivo supone un mayor grado de motivación y de complejidad, por lo que,
posiblemente, no depende de una única estructura o de un solo circuito. Los
mecanismos de aprendizaje y memoria relativamente elaborados podrían estar
distribuidos en varios circuitos neuronales; de manera que permitan ofrecer una
mayor versatilidad. En general, durante la adquisición de una determinada
habilidad motora o cognitiva, los
procesos sensoriales y motores dependen estrechamente de las estructuras cerebrales
que los controlan, mientras que la parte cognitiva está relacionada con la
interrelación de varias áreas neuronales. De esta forma, cuando se estudia la
eficacia sináptica se encuentran cambios más sutiles cuando las modificaciones
se distribuyen entre un mayor número de sinapsis.
-P. En un interesante
artículo publicado en la revista ARBOR,
denuncia, a mi juicio, con mucho fundamento, el uso exagerado y acrítico del
término “plasticidad neuronal”. De
hecho, en este blog tres artículos han ido destinados a intentar dilucidar la
noción de plasticidad sináptica. Ud. cree más adecuado, usar términos como “regeneración”, “adaptación” o “compensación”
del sistema nervioso, según el caso. Me gustaría, por favor, que insistiera
algo más en las limitaciones de estos procesos frente a promesas del estilo “la
plasticidad cerebral es prácticamente infinita y puede potenciarse a través de
las más diversas terapias, desde terapias basadas en la estimulación musical a
terapias basadas en el coaching”.
-R. Cuando
un término se utiliza de forma generalizada, puede perder los matices de su
significado y se acaba utilizando como "un comodín" o "una
muletilla". Esto es lo que le ha sucedido al término plasticidad neuronal,
y se usa dando a entender que el cerebro tiene una capacidad ilimitada o que se
puede moldear en cualquier sentido. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta
que todos los cerebros tienen limitaciones y que las capacidades de cada
persona dependen de su predisposición genética, del entrenamiento y educación al
que se someta y del ambiente sociocultural en el que se desarrolle. Además, el
cerebro cuenta con determinadas capacidades fisiológicas que permiten ajustar
su funcionamiento según las circunstancias, como por ejemplo, el adaptarnos a
un ruido que no es pernicioso si es constante (como sería el ruido del aparato
del aire acondicionado). Podemos diseñar técnicas que ayuden a obtener ciertas
mejoras en nuestras capacidades motoras y cognitivas, pero los resultados
estarán limitados por todas estas consideraciones esgrimidas.
-P. Uno de los
trabajos más relevantes de la Neurociencia de la última década es Gruart, Muñoz y Delgado-García, 2006. Quizá
el motivo fundamental sea que es el primer estudio en el que se demuestra, bien
a las claras, la conexión intrínseca entre potenciación
a largo plazo (LTP), plasticidad
sináptica dependiente de la actividad, activación de los receptores NMDA (N-metil-D-aspartato) y aprendizaje asociativo en mamíferos (Gruart et. al., 2015, p. 6). Realmente,
es fascinante la existencia de una relación entre resultados de potenciación in vitro y procesos de memoria de
ratones registrados in vivo. Con la
perspectiva que dan los doce años transcurridos desde su publicación, ¿qué
resultados en humanos podrían ser comparables a este descubrimiento seminal?
-R. Este
trabajo de 2006 fue muy aplaudido porque permitió describir los mecanismos del
aprendizaje (hasta entonces realizados in vitro) en experimentos realizados en
vivo: es decir en el momento en que el animal (rata o ratón) está aprendiendo.
El paso científico que ahora se requiere es demostrar estos mecanismos en
personas. Algunos procedimientos experimentales utilizados en los experimentos
en animales son difíciles de aplicar en personas por la necesidad de estimular
áreas específicas del cerebro utilizando electrodos implantados y/o corrientes
de considerable intensidad. Los experimentos realizados hasta la fecha en
pacientes, a través de la estimulación eléctrica aprovechando la implantación
de electrodos con fines terapéuticos o a través de terapias farmacológicas, sí
confirman los principales mecanismos fisiológicos encontrados en los experimentos
con animales, incluida la participación de los receptores de tipo NMDA
(N-metil-D-aspartato). Hemos colaborado también con empresas farmacéuticas que
tratan de diseñar fármacos que mejoren habilidades cognitivas, como la memoria,
a partir de los datos de facilitación sináptica por un procedimiento
experimental de potenciación a largo plazo, obtenidos en animales.
-P. Al entrar en la
página web de la SEN (https://www.senc.es/),
llama la atención un apartado (Mujeres
en Neurociencia) en el que una serie de neurocientíficas de reconocida
valía responden a un cuestionario (elaborado por la
investigadora Ana Bribián, del Instituto Cajal de Madrid) acerca de su labor
científica y de sus principales influencias recibidas. Es conocida su
incansable tarea de difusión de las aportaciones a la Ciencia por parte de las
mujeres (por ejemplo, la fundación de la Asociación
de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas-AMIT-https://www.amit-es.org/). Resulta increíble que, por ejemplo, Emmy Noether diera clases en Erlangen
sin cobrar o que la técnica de difracción de rayos X de Rosalind Franklin, que permitió descubrir la estructura de doble
hélice del ADN, quedara en el ostracismo durante muchos años. Por no hablar,
claro, de aquellas mujeres que se tenían que vestir como hombres para acceder a
un aula de Medicina o Derecho en la Universidad. No le voy a preguntar por cómo
ir paliando este tipo de anomalías históricas y con seguridad dirá que hay
mucho que hacer. Pero sí me gustaría preguntarle por si tiene algún proyecto
entre manos (en forma de publicación, por ejemplo) en el que se siga difundiendo
la tarea de la visibilización de la mujer en la Ciencia.
-R. Hace dos
años publicamos, junto a un grupo de compañeras de la División de Neurociencias
dónde trabajo, un Bloc de Notas con el título "La Ciencia es cosa de
chicas, no de mujeres (aún)", que fue editado por la Fundación del
Hospital de Parapléjicos de Toledo. Este bloc de notas contiene información
acerca de logros alcanzados por mujeres científicas, conjuntamente con
estadísticas y otro tipo de información que invita a reflexionar sobre el papel
de la mujer en la ciencia desde su incursión a la misma hasta la actualidad.
Parte de la información es en forma de pasatiempos o juegos para que sea ameno
y apto para la población en general. Ha sido ampliamente difundido en reuniones
científicas, institutos y actividades realizadas durante la Semana del Cerebro
o la Noche de los Investigadores. Como se comenta, el Comité de Mujeres en
Neurociencia de la SENC ha estado publicando entrevistas realizadas a sus
socias. Ya casi tenemos un centenar y seguimos recopilando. Las entrevistas,
junto con las fotos que nos remiten las neurocientíficas se formatean para dar
homogeneidad y se publican en la pestaña dedicada a la Mujer en Neurociencia en
la página web. La acogida ha sido magnífica en el seno de la sociedad y se ha
entendido a la perfección su misión de permitir un momento de reflexión sobre
la propia trayectoria científica. Al ser un número considerable de entrevistas,
el Comité está valorando la posibilidad de reunirlas en una publicación y están
a la espera de encontrar la forma de financiarlo. Por el interés de todas las
respuestas recibidas, creo que también se podría acompañar las entrevistas de
algún análisis sociológico desde la perspectiva de género. Creo que podría
ofrecer una buena perspectiva de las neurocientíficas en nuestra sociedad.
Muchas gracias por su amabilidad al
responder a esta entrevista y confío en que todos sus proyectos académicos y
científicos continúen por la misma exitosa senda.
Referencias
Clarke, J.R., Cammarota, M., Gruart, A.,
Izquierdo, I. y J.M. Delgado-García (2010). Plastic modifications induced by object recognition memory processing. Nonlinear
frequency-dependent synchronization in the developing hippocampus. Proceedings of the National Academy of
Sciences, 107 (6), 2652-2657.
Recuperado de www.pnas.org/cgi/doi/10.1073/pnas.0915059107.
Fernández-Lamo, I., Delgado-García, J.M. y
Gruart, A. (2018). When and where learning is
taking place: multisynaptic changes in strength during different behaviors
related to the acquisition of an operant conditioning task by behaving rats. Cerebral Cortex, 28
(3), 1011-1023. Recuperado de https:/doi.org/10.1093/cercor/bhx011.
Gruart, A. (2009). El cerebro como máquina
para aprender, recordar y olvidar. Arbor,
CLXXXV (736), 451-469. Recuperado de https://doi.org/10.3989/arbor.2009.i736.293.
Gruart, A., Leal-Campanario, R.,
López-Ramos, J.C. y J.M. Delgado-García (2015). Functional basis of associative learning and its relationships with
long-term potentiation evoked in the involved neural curcuits: Lessons from
studies in behaving mammals. Neurobiology
of Learning and Memory, 124 (2015), 3-18. Recuperado de http://dx.doi.org/10.1016/j.nlm.2015.04.006.
Gruart, A., Muñoz, M.D. y Delgado-García,
J.M. (2006). Involvement of the CA3-CA1 synapse in the acquisition
of associative learning in behaving mice. Journal
of Neuroscience,
26, 1077-1087.
Jurado-Parras, M.T., Gruart, A. y
Delgado-García, J.M. (2012). Observational
learning in mice can be prevented by medial prefrontral cortex stimulation and
enhanced by nucleus accumbens stimulation. Learning
and Memory, 19, 99-106.
Recuperado de http://www.learnmem.org/cgi/doi/10.1101/lm.024760.111.
Márquez-Ruiz,
J., Ammann, C., Leal-Campanario, R., Ruffini, G., Gruart, A. y J.M.
Delgado-García (2016). Synthetic tactile perception induced by transcranial alternating current
stimulation can substitute for natural sensory stimulus in behaving rabbits. Scientific Reports, 6, (19753), 1-12. DOI:10.1038/srep19753.
(Esta entrevista fue publicada inicialmente en SCILOGS de la revista INVESTIGACIÓN Y CIENCIA en agosto de 2018).
No hay comentarios:
Publicar un comentario